El apoyo a las personas mayores con discapacidad en un hogar de ancianos debe ser integral y abordar tanto las necesidades físicas como emocionales de los residentes.
Incluye ayuda con las actividades diarias como vestirse, bañarse y alimentarse.
Monitoreo de la salud, incluida la gestión de medicamentos.
Fisioterapia, terapia ocupacional o logopedia para personas con discapacidad.
Para personas con enfermedades crónicas o terminales